[ Un nuevo gato ]

Esta mañana, como todas las mañanas de fin de semana, me puse a llorar en mi sitio (el transportin) para que me sacaran (ya que estoy acostumbrada a salir sobre las siete y los fines de semana se levantan más tarde). Pero no me hicieron mucho caso. ¡En cambio, a un gatito que lloraba fuera si que se levantaron a atenderlo!


Resulta que Nives trajo ayer un cachorrito. Irina lo cogió y lo miró y le pareció que estaba muy flaco. Efectivamente, al rato vimos como la madre lo bufaba. Es decir, la madre no lo quiere. Según Irina esto no es tan raro. Además, Nives está muy flaquita. Puede ser por eso. 

El caso, le dimos un margen de una noche para ver si algo cambiaba. Pero esta mañana el gato seguía llorando y la madre rechazandolo. Así que fuimos en su rescate.


Yo soy muy buena con todos los animales. Así que la chupetié toda. De arriba a abajo. No me queda muy claro que le haya gustado al gatito, pero yo lo hice igual.


En cambio, Ponyo no le hizo ni caso. Cuanto más lejos mejor. Yo soy mucho más curiosa que ella. Tanto que Irina tenía que empujarme de vez en cuando para no agobiar al gatito. Me decía "QUIETA" y yo me quedaba quieta (unos segundos).

¡Es que Fuerteventura me sienta como un buen café! ¡Me vuelvo hiperactiva!


Y esa fue la aventura de esta mañana.

Un saludo canino.
Lola

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