[ La herida de Lola ]

No se cómo pasó ni por qué. Pero estando unos días antes de volver a Las Palmas me empezó a picar la cabeza. Tanto tanto que no podía dejar de rascarme. Y me hice daño.


La foto es de hoy, que la tengo bastante mejor. Pero ayer era una costra horriblemente grande y fea. Y digo, era, porque en un ataque de picor y ansiedad me la arranqué. Irina estaba super preocupada porque tenía toda la cara llena de sangre, pero yo solo sabía que me picaba muchísimo.

Me metió en la ducha y con agua y jabón me limpió la herida. Después la secó con cuidadito y me puso betadine (el cual, por cierto, no me gusta nada) como le había dicho Bernard, mi veterinario. Me puso encima una tirita y Jose intentó hacerme un casco con un par de calsetines (el cual, por cierto, le quedó chulísimo. ¡Parecía un piloto de avión!) Pensaban que no, pero al final la tirita aguantó hasta esta mañana. Ahora tengo la herida al aire para que respire. O eso dice Irina.

Pero todo tiene un lado bueno. Ahora, un ratito por las noches y otro por las mañanas, me están dejando dormir en la cama. ¡Adoro la cama! Pero no me dejan subir a ella normalmente porque me hice pis un par de veces. Pero como estoy super nerviosa porque me pica y solo me tranquilizo encima de mis compañeros, ahora, me estan dejando un poquito (no mucho la verdad, una pena)

Espero que se me cure pronto porque a Irina le preocupa bastante. Además, mañana tengo un asadero en el campo y quiero poder ir y pasarlo bien sin tener que soportar el picor. ¡Esperemos que se cure!

Un saludo perruno
Lola

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