[ Marceline y las cajas ]

Como era de esperar, ese amor que los gatos sienten por las cajas no tardó en manifestarse en Marceline. De hecho, según llegó a casa, se apropió de una tapa de una caja, la cual fue su juguete preferido durante todo lo que la pobre pudo durar. 


Pero es que últimamente Marceline ha pasado a un nivel más alto: 
¡ha descubierto las cajas con agujeros! 
O, lo que más se le parece: 
LAS CAJAS DE LOS TETRA BRIKS DE LECHE.

 


 


 

La puerta de la cocina está cerrada normalmente porque dentro están las Gordas y Marceline de vez en cuando les hace una visita muy poco bienvenida. Pero cuando la puerta se abre para hacer de comer o cualquier otra cosa, la primera que entra siempre es Marceline. Para ella ese lugar es super divertido: intenta cazar a las Gordas, vigila la nevera o la lavadora, juega con el cartón de la leche o se esconde debajo de la mesa cual cueva secreta pensando que nadie la ve entre otras muchas cosas.

Está como una cabra.

Estos gatos están locos.

Saludos normales
Lola

Va de Kilos la cosa

Cosas que pasan.

Resulta que siempre hemos tenido una duda y nunca la hemos resuelto.

Algo había claro: Ponyo pesa menos que yo. Pero, ¿cuánto menos? A ojo parece que bastante, o eso dicen. Pero nunca se había medido de verdad. Sacarle una fotografía a una pesa que no sea digital es complicado porque según el ángulo en que la saques el peso puede variar. A pesar de eso lo hemos hecho lo mejor que hemos podido y este es el resultado.



Resulta que yo peso 3 kg y medio.



Y Ponyo solo 3 kg.

Finalmente parece que la diferencia no es tan grande. 
Aunque bien pensado, 
ese medio kilo que saco a Ponyo es 1/6 de su peso, 
que tampoco es moco de pavo. 

Saludos ligeros y livianos,
ahora que se que no peso 5 kg
(como pensábamos)
Lola

Un día normal en el pisito


Este vídeo es una pequeña muestra de lo que puede ser un día normal para mi en el pisito en el que vivo. ¡Espero que les guste! Lo grabó Irina, pero la protagonista soy yo. Además, como no se hablar humano, he ido subtitulando lo que pensaba en cada momento. Porque hablar no, pero escribir si que se me da bien. 

Para colgarlo en internet
he pedido prestado el canal de youtube a Irina,
porque me da pereza hacerme uno para mi sola.

En este video han colaborado:

No te olvides darle a Like si te ha gustado.
Si lo haces, dentro de una semana llegará a vuestros buzones 
un premio como los que nos dan a Marceline y a mi en este vídeo. 
Yo que ustedes no me la jugaba.
Total, solo es un Like.

Saludos Peludos
Lola

[ He resulto el misterio de tremendo madrugón ]

Resulta que nos íbamos
y nadie me había dicho nada.

Ponyo y yo esperando para subir al barco a las siete y media de la mañana.
A mi me extrañaba un poquito todo esto en realidad. Ya había pasado la Navidad y seguíamos en las Palmas. Pero como Ponyo y la familia se habían venido pensé "nah, seguro que las pasaremos aqui". Pero no. Esta mañana a las cinco sonó el despertador y empezó el zafarrancho.

En el transportín o mi sitio en el barco.

Ponyo en su transportín también. Ella ya estaba sopa.
Cuando finalmente terminaron las tres horas de barco volvimos al coche y nos soltaron por fin. Tenía ganas yo ya de moverme un poco la verdad. Así que nos pusimos en camino a casa a ver a Cleo, a Pocoyó y a Ojoloco, que estaban ahí. 

Yo noveleriando por la ventana.

Ponyo en modo coche.


¡Rumbo a Casillas de Morales se ha dicho!

Saludos majoreros
Lola

Son las cinco de la mañana


Las seis de la mañana y yo con estos pelos de recien levantada. 

Qué pasa aqui?
Por qué es tan temprano?

Saludos despeinados
Lola

[ De paseo en el parque de Perros, con Ponyo y Erica ]

Resulta que estas Navidades, en lugar de irnos Irina y yo a Fuerteventura con su familia, han venido ellos. Al menos por Navidad, luego nos volvemos todos para allí. Entonces hemos aprovechado la oportunidad de que Ponyo esté en Las Palmas para enseñarle una de las cosas más chachis de este lugar: los parques de perros. ¡Y este ha sido el resultado!

Aquí estamos de camino al parque.

Casi llegando al parque.

Primera toma de contacto de Ponyo con el parque.

Yo dentro del tubo esperando que me dejasen salir. ¡Siempre igual!

Aquí salgo con Erica.

Irina y Ponyo subida encima.

Ponyo y yo encima de la mesa de metal.

Otra vez Irina con Ponyo. Foto un poco épica, hay que reconocerlo.

¡Sigamos a Erica!

Y cuando nos cansamos, corriendo al banco con Jose, que seguro que nos rasca un poco y todo.

Haciendo equilibrios en la bola de la calle de enfrente.

Y Ponyo también.
Lo pasamos muy bien, la verdad. Habían pocos perritos y todos eran muy simpáticos y nada acosadores (excepto uno). Nosotras, que somos un poco asustadizas, agradecimos eso, porque pudimos estar por el parque tranquilamente sin ser molestadas.

Tras esto, Jose, Irina y Erica nos dejaron en nuestro piso con Marceline. Y ustedes dirán: ¿Ponyo y Marceline juntas? ¿Cómo fue eso? Pues realmente fácil. Al principio Marceline puso cara de "¡¿What?! ¿Quién es esta invasora?", pero como Ponyo pasó de ella, ella terminó pasando de Ponyo y tan a gusto. 

Al final inclusive venía a jugar conmigo, como si Ponyo no estuviera en el piso. Hay que reconocer que Ponyo no es una molestosa de gatos y que Marceline no es una gata muy fina con los perros. Así que salió redondo el experimento. ¡A ver si consigo sacarles una foto juntas!

Saludos acompañados por Ponyo
Lola

PD: ¡Por cierto! ¡Ponyo tiene un blog también!

[ Las Gordas ]

Como todos ustedes saben, en este piso chiquitito de las Palmas vivimos Irina, Jose, Marceline y yo. En mi blog les cuento todas las cosas que nos pasan y les enseño muchas fotos de nuestra vida (aunque sobretodo de mi vida en particular)

Lo que muy pocos saben es que no estamos solos en esta casa. Y no, no hablo del fantasma que Marceline y yo de vez en cuando observamos por las noches. Hablo de nada más y nada menos que de las gordas.


Se llaman Mike Roborowsky y Sullivan 
en honor a los protagonistas de Monstruos SA,
según me contó Irina. 

Aunque en realidad las dos son hembras, 
no machos.


Al principio, que fue mucho antes de que yo llegase a la vida de Irina y Jose,
vivían en esta jaula que ven en la foto. 
Pero, aunque era super bonita,
no les terminó de convencer.
Finalmente construyeron otra, que ya verán en otra entrada.


Se metían en ese tubo y no salían nunca.
Lo que hacía imposible cazarlas para jugar con ellas.
De todos modos, finalmente se dieron cuenta que eso daba igual.
Que si no se podía jugar con ellas
era por la raza que son:
ROBOROWSKYS


En realidad son muy monas, pero personalmente
conmigo ni fu ni fa. No saben jugar así que
no tenemos mucha relación.


Una vez les compraron una bola para que corrieran.
Pero solo conseguían pegarse contra las paredes.
Además Jose e Irina descubrieron que los hamsters son miopes,
así que no ven tres montados en un burro,
con lo cual la bola perdió todo su sentido.


¡Les encantan los rollos de papel higiénico!
¡En eso si que nos parecemos!


Pero siempre terminan comiéndoselos,
con lo cual casi nunca les damos.
Vamos...
igual que yo.


También les encanta usar la rueda.
Corren mucho, sobretodo cuando piensan que las van a cazar
que es cuando Irina o Jose intentan cogerlas.
¡Cómo si verdaderamente huyeran corriendo en la rueda!


Irina me dice que les diga que perdón por las fotos movidas.
Pero si ya es difícil sacar fotos a Marceline, imagínense lo que cuesta sacárselas a dos hamsters.

A día de hoy las Gordas tienen aproximadamente mi edad.
Es decir, dos años.
Pero eso no significa lo mismo conmigo que con ellas.
Con lo cual nos pasamos el día muy pendientes de cómo van con su tercera edad.
De hecho hay una a la que de vez en cuando le dan jamacucos.
¡Pobrecina!

¡En breve subiré un vídeo para que las vean mejor!
¡En pleno jamacuco!

Saludos ratifilicos
Lola

Dibujos de Irina


Las dos primeras imágenes me representan en dos momentos de amor profundo que tengo de vez en cuanto a lo largo del día. El primero, cuando me despierto por las mañanas con Jose; y el segundo, cuando comparto miradas de amor con Irina.

En cambio, en la imagen de abajo podemos ver cómo Marceline me ataca a traición cuando yo estoy tranquilita en casa mientras las Gordas (las cuales ustedes no conocen aun, fallo mío. Lo arreglaré) no se enteran de nada. Como siempre vamos. 

Estas son las cosas que pasan,
cuando Irina se aburre y tiene un lápiz a mano.

Saludos en comic
Lola