[ Pocoyó y su sitio ideal ]

No falla una que llegamos a Fuerteventura y pasa esto:


No entendemos el por qué pero no hay nada que le guste más a Pocoyó
que un buen montón de ropa para echarse un sueño encima.

Irina siempre la deja, aun sabiendo que luego se pondrá malísima
porque ella es alérgica al polen de Fuerteventura
y Pocoyó es una gata de campo.

Pero yo la cogía y le mordía un poquito el rabo
o un muslamen, para que sepa lo que es bueno.
¡¡¡Hombre!!!

Saludos cabreados con Pocoyó
Lola

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