Resulta que nos íbamos
y nadie me había dicho nada.
Ponyo y yo esperando para subir al barco a las siete y media de la mañana. |
A mi me extrañaba un poquito todo esto en realidad. Ya había pasado la Navidad y seguíamos en las Palmas. Pero como Ponyo y la familia se habían venido pensé "nah, seguro que las pasaremos aqui". Pero no. Esta mañana a las cinco sonó el despertador y empezó el zafarrancho.
En el transportín o mi sitio en el barco. |
Ponyo en su transportín también. Ella ya estaba sopa. |
Cuando finalmente terminaron las tres horas de barco volvimos al coche y nos soltaron por fin. Tenía ganas yo ya de moverme un poco la verdad. Así que nos pusimos en camino a casa a ver a Cleo, a Pocoyó y a Ojoloco, que estaban ahí.
Yo noveleriando por la ventana. |
Ponyo en modo coche. |
¡Rumbo a Casillas de Morales se ha dicho!
Saludos majoreros
Lola
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